jueves, 6 de diciembre de 2012

SEMINARIO DE INVESTIGACIÓN EDUCATIVA
EL PAPEL DEL DOCENTE EN LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO: un enfoque humanista con la incorporación de valores
"Los Murales de Ciudad Universitaria, Docencia y Patrimonio Cultural”
por Eduardo Pérez Trejo

INTRODUCCIÓN
La herencia cultural de México se condensa y refleja en las expresiones artísticas de los espacios universitarios en la UNAM. El uso y apropiación de estas obras públicas resignifican y renuevan el concepto de arte incorporando valores y aportando un nuevo significado e identidad en la vida cotidiana de los universitarios, de su estética colectiva y de la misma obra plástica. A su vez, refuerzan el quehacer docente mediante alternativas de aprendizaje y la apreciación estética como factores determinantes de pertenencia e identidad cultural de los habitantes y de la formación de estudiantes comprometidos con nuestra sociedad.

En este sentido, el muralismo en Ciudad Universitaria se presenta como la sucesión de una larga tradición artística que inició desde la época prehispánica y se prolonga hasta nuestros días en el arte contemporáneo.

La pintura mural, como uno de nuestros grandes legados históricos forma parte del acervo de la UNAM, y por su condición ejemplar sólo algunas obras localizadas en el primer Circuito Universitario se encuentran comprendidas en la lista del Patrimonio Mundial, título que otorgó la UNESCO el 2 de julio de 2007 a Ciudad Universitaria, la cual se incorpora al grupo de universidades del mundo que han sido distinguidas con este nombramiento, como la Universidad de Alcalá de Henares, en España, y la Universidad Central de Venezuela, en Caracas.

Esta categoría sólo incluye el primer Circuito Universitario inaugurado en 1952, y sus más de cincuenta edificios dentro de una Zona Núcleo de 176.5 hectáreas, que significan el 25% de las 730 totales del Campus Universitario.

Tiene como límites de esta área: hacia el Poniente el Estadio Olímpico; al Sur los frontones y la zona deportiva; al Oriente la Facultad de Medicina, el Auditorio Alfonso Caso y la Unidad de Posgrado, y al Norte los edificios de las facultades de Filosofía y Letras, Derecho, Economía y Odontología. [1]

La conservación y apropiación de este patrimonio artístico es un compromiso que como universitarios hemos adquirido por su valor comunicativo y expresivo, integrándose estéticamente como vehículos naturales de aprendizaje y en favor de la docencia, la investigación y la extensión de la cultura.

LOS MURALES EN CIUDAD UNIVERSITARIA, HUMANISMO Y PATRIMONIO CULTURAL

La irrupción del Humanismo en las universidades aportó una nueva concepción del individuo al ubicarlo como el centro de toda actividad humana. Con el tiempo, las demandas sociales se multiplicaron y las expectativas de crecimiento recayeron en las instituciones de educación superior acarreando consigo el desarrollo de innovaciones tecnológicas y culturales.

El Humanismo adoptó al mismo tiempo los valores democráticos y los ideales de emancipación para la realización de actividades artísticas y la promulgación del libre pensamiento. En este orden de ideas, la UNAM, como la principal institución impulsora del quehacer académico de la nación ha promovido desde su concepción la extensión de las actividades docentes y la integración plástica como ejes impulsores de las funciones sustantivas de la Universidad, comprometiéndose a solucionar las necesidades sociales y promoviendo el desarrollo cultural e intelectual de los individuos.

Aquellas obras documentales, arquitectónicas, arqueológicas y artísticas que han sobresalido y se han conservado por su importancia a través de distintos periodos y sucesos históricos de México, quedan registradas como parte del Patrimonio Cultural de la UNAM. El acervo cuenta con más de 320, 000 bienes y está compuesto por los siguientes géneros, siendo los murales el objeto de estudio del presente trabajo:

  • Inmuebles
  • Pintura de caballete
  • Obra gráfica
  • Escultura
  • Murales
  • Libros
  • Numismática
  • Aparatos, máquinas e instrumentos
  • Arte popular
  • Piezas arqueológicas
  • Piezas paleontológicas
En la primera mitad del siglo XX, las artes plásticas en México registraron a la pintura mural como una expresión de la Revolución Mexicana. En la segunda mitad nos encontramos con un movimiento escultórico geométrico imponente que se refuerza simultáneamente en el México prehispánico y moderno, incorporándose en la gran tradición del arte público actualizando el juego de volúmenes y los grandes planos de color monumentales.

El espíritu de las construcciones de grandes dimensiones que predominaba en los años 50 se extendió a los exteriores arquitectónicos y al arte mural, recurriendo inicialmente a las técnicas ancestrales como el mosaico, el cual era muy resistente a la intemperie, así como el empleo de la encáustica y el fresco. Aún así, algunos materiales utilizados en los murales de Ciudad Universitaria resultaron innovadores y se enriquecieron con la narrativa de los mensajes sociales de la época existiendo una clara preocupación estética y de carácter formal de acuerdo a la naturaleza colectiva de la obra.

Actualmente hay que replantear el uso de los materiales y considerar que cualquier recurso técnico es válido de acuerdo a los objetivos de cada artista y de la obra.

La monumentalidad se refiere a la extensión de las superficies y la cantidad de pintura que se utiliza para cubrirla. Los muralistas de la época plasmaron en los edificios públicos un arte de contenido social creando un arte monumental para grandes públicos y grandes espacios que pudiera ser visible desde distintas perspectivas e incluso en movimiento.

Sin embargo, la monumentalidad es un criterio muy ambiguo debido a que no hay un punto de referencia que limite el tamaño de un mural, y menos aún si se refiere al impacto visual que llega en ocasiones a superar las dimensiones físicas de la obra.

Además de la técnica, la intención artística, la temática y la monumentalidad, un parámetro común que puede delimitar mejor el carácter de una obra mural es el hecho de que puede plasmarse en espacios que no están necesariamente vinculados con el arte (Como son museos o galerías) y que se presentan en lugares abiertos, de tránsito público e intercambio colectivo, propiciando la contemplación y la expectación cuando se realiza el recorrido cotidiano.

ESTADIO OLÍMPICO UNIVERSITARIO

Título: La universidad, la familia y el deporte en México
Autor: Diego Rivera
Técnica: Relieve Policromado: altorrelieve en Piedras de colores naturales
Año: 1954
Ubicación: Estadio Olímpico Universitario, fachada oriente.

El Estadio Olímpico Universitario se construyó en 1954, y fue obra de los arquitectos Augusto Pérez Palacios, Raúl Salinas Moro y Jorge Bravo Jiménez, y se encuentra ubicado a un costado de la Avenida Insurgentes Sur, frente a Rectoría. El proyecto original de Diego Rivera consistía en la construcción de un gran relieve que comprendería toda la fachada a lo largo del talud perimetral del estadio abordando un tema nacionalista que simbolizara la patria; la historia del deporte desde el mundo prehispánico hasta el contemporáneo y enlazados por la Universidad, la paz y la familia. Sin embargo, sólo quedó terminada la parte central del lado oriente. Aún así, el mural es un ejemplo de integración plástica contemporánea.

RECTORÍA

Título: El pueblo a la Universidad, la Universidad al pueblo. Por una cultura nacional neohumanista de profundidad universal.
Autor: David Alfaro Siqueiros
Técnica: escultopintura formada por un relieve de estructuras de hierro revestidas de cemento, cubiertas con mosaicos de vidrio
Año: 1952 – 1956
Ubicación: Rectoría, muro sur

Algunas construcciones han abierto nuevas posibilidades plásticas; la arquitectura funcionalista adoptó un enfoque nacionalista y coincidió en tiempo y espacio con los hallazgos de la integración plástica, el trabajo interdisciplinario y la experimentación de materiales.

En este tablero, Siqueiros proyecta una escultopintura monumental aplicando escorzos, relieves escultóricos tridimensionales, una policromía integral en correspondencia con una composición dinámica de espacios abiertos en función de la vida contemporánea. La representación y escala del mural están en función del desplazamiento del espectador ya sea de pie o en vehículo desde Insurgentes.

Los estudiantes portan elementos propios de su actividad: compás, lápiz, libro. En la composición las figuras avanzan hacia la gente como si les proyectásen sus conocimientos y aludiendo a su interacción con la Universidad y el pueblo de México.

Título: Las fechas en la Historia de México o el derecho a la cultura
Autor: David Alfaro Siqueiros
Técnica: vinilita/concreto
Año: 1952 – 1956
Ubicación: Rectoría, fachada norte.

Formalmente se presenta un brazo con dos manos entrelazadas, una tercera mano en relieve y un lápiz que apunta hacia un libro abierto con fechas consideradas por el autor como las más importantes de nuestra historia:

1521: La Conquista.
1810: La Independencia.
1857: La Constitución Liberal.
1910: La Revolución.
19??: Las interrogaciones simbolizan el futuro de la Universidad y el pueblo mexicano

En el brazo y las manos entrelazadas se conjuga el esfuerzo de nuestra nación y nuestra Universidad por alcanzar su compromiso con la Historia.

Título: Nuevo símbolo universitario
Autor: David Alfaro Siqueiros
Técnica: vinilita/concreto
Año: 1952 – 1956
Ubicación: Rectoría, fachada oriente.

Este mural quedó inconcluso. Su estructura formal es a base de diagonales que rompen el espacio y presenta a los lados un águila y un cóndor estilizados recordando al escudo de la UNAM y simbolizando la unidad latinoamericana. A diferencia de las obras anteriores este muro es plano y sin relieves.

BIBLIOTECA CENTRAL

Título: Representación histórica de la cultura
Autor: Juan O’Gorman
Técnica: mosaico de piedras naturales y vidrio en losas precoladas
Año: 1952
Ubicación: Biblioteca Central.

La Biblioteca Central fue diseñada en el “estilo internacional”, con el matiz nacionalista y la integración plástica, conjuntando la arquitectura, la escultura y la pintura como una unidad estéticamente articulada rescatando la antigua técnica del mosaico con cuatro mil metros cuadrados de este material.

La Biblioteca Central en su conjunto es una obra que identifica y refleja al México moderno. En ella, O’Gorman (Quién además participó en el concepto arquitectónico) proyecta nuestra identidad nacional y el desarrollo histórico cultural hasta el México contemporáneo.

En cada uno de los cuatro muros que conforman la Biblioteca Central se desarrollan diferentes acontecimientos de la historia de México:

Muro Norte

En esta cara de la construcción se desarrollan escenas del México Prehispánico y la cosmovisión mesoamericana, la dualidad de la muerte y el mito de origen de la fundación de Tenochtitlan, bordeado por las deidades: Tlaloc, Quetzalcoatl, Tlazolteotl, Chalchiuhtlicue, Tezcatlipoca y Mictlantecuhtli.

Muro Sur

En este lado del edificio el tema es la Conquista espiritual y bélica, así como el establecimiento del Virreinato y las representaciones de las teorías y sistemas geocéntrico y heliocéntrico del universo como representaciones del mundo europeo atestiguando la derrota azteca e imponiéndose con la quema de códices. Al centro una águila bicéfala como símbolo del imperio español. Se manifiesta el choque de culturas y el nacimiento de la nación mexicana.

Muro oriente

En el muro que se sitúa en el lado oriente se superponen la tradición y el progreso; la ciudad y el campo. Por una parte la cultura y la tecnología simbolizadas por el átomo y por otra, la resurrección de Cuauhtemoc, como una metáfora plástica del pasado.

Muro poniente

Finalmente en este muro se proyecta una síntesis de la cultura mexicana representada por la incesante actividad universitaria y su injerencia en la sociedad y el deporte; al centro como eje de composición el escudo universitario.

Título: Sin título
Autor: José Lazcarro Toquero
Técnica: óleo/madera
Año: 1964
Ubicación: Biblioteca Central, sala de consulta general.

Al interior de la Biblioteca Central, se encuentra esta obra que combina diversos elementos orgánicos y fabriles con procesos vitales y fuentes de energía; figuras humanas trabajando en una especie de laboratorio industrial; objetos volumétricos y procesos germinativos. En suma, el mural representa el fluir de la energía desde varios niveles: hombre y máquina, vida vegetal y animal, micro y macrocosmos.

FACULTAD DE ECONOMÍA

Título: La creación humana y la economía
Autor: Benito Messeguer
Técnica: acrílico/asbesto y cemento
Año: 1963
Ubicación: Facultad de Economía, Auditorio.

Este mural despliega su sentido humanista y expresivo en dos tableros alargados en donde el fuego es un elemento prometeico y purificador que confronta a la naturaleza. El autor crea un contraste de luces y sombras en las escenas más significativas logrando grandes intensidades cromáticas con una paleta reducida de colores.

En el siguiente muro se abordan escenas de cacería, domesticación del fuego, elaboración de herramientas y petroglifos como temas alusivos a la prehistoria y comienzos de la humanidad; el lado oscuro del hombre se representa por figuras amontonadas de miserable aspecto y rostros caídos pero con la posibilidad de transición hacia una nueva era.

Título: Ho Chi Min
Autor: Mario Omar Falcón
Técnica: vinílica
Año: 1972
Ubicación: Facultad de Economía, Auditorio Ramón Ramírez Gómez.

La obra reivindica los cánones estéticos del Realismo Social y las manifestaciones del proletariado haciendo presentes las inquietudes políticas estudiantiles posteriores al movimiento de 1968. El tema rinde homenaje al líder y fundador del partido comunista vietnamita: Ho Chi Min.

UNIDAD DE POSGRADO

Título: La conquista de la energía
Autor: José Chávez Morado
Técnica: mosaico de vidrio
Año: 1952-1953
Ubicación: Unidad de Posgrado, Auditorio Alfonso Caso (Antigua Facultad de Ciencias).

Se localiza en la parte superior del exterior del muro norte del Auditorio Alfonso Caso, provocando una adecuada perspectiva en continuidad con el conjunto de Ciudad Universitaria. La pieza representa la búsqueda del hombre por la fuente vital de energía; desde el descubrimiento del fuego hasta la fisión y dominio del átomo, iluminando el pasado pero avanzando hacia el futuro de la humanidad, contraste entre oscuridad y civilización.

Título: La ciencia y el trabajo
Autor: José Chávez Morado
Técnica: vinílica
Año: 1952
Ubicación: Unidad de Posgrado, Auditorio Alfonso Caso (Antigua Facultad de Ciencias).

El mural se ubica a un costado del auditorio y transmite una interesante perspectiva visual hacia el espectador. Se logra un equilibrio aprovechando las dimensiones horizontales para proyectar siete escenas que representan campesinos en su transición al trabajo obrero; la reafirmación de la cultura mexicana simbolizada por Coatlicue; trabajadores en la construcción del país; elementos y personajes que representan la planeación y construcción de la Facultad de Ciencias y el desarrollo de la tecnología.

Título: Ciencia para la paz
Autor: Rosendo Soto
Técnica: grisalla en resinas
Año: 1952-1953
Ubicación: Unidad de Posgrado, Auditorio Alfonso Caso (Antigua Facultad de Ciencias).

El tema de este mural aborda la Segunda Guerra Mundial; la paz y la guerra.

Esta obra no es muy visible pues se encuentra en la parte alta del exterior del muro poniente, por eso da el aspecto de una pintura monocroma y produce la sensación de ser un relieve.

Título: El retorno de Quetzalcoatl
Autor: José Chávez Morado
Técnica: mosaico de vidrio
Año: 1952
Ubicación: Unidad de Posgrado, Auditorio Alfonso Caso (Antigua Facultad de Ciencias).

Se representa una simbiosis de culturas antiguas como la egipcia, cristiana, mesopotámica, griega, china y árabe, las cuales navegan en una especie de balsa que simboliza el retorno de Quetzalcoatl pero con la sabiduría de otras civilizaciones.


FACULTAD DE ODONTOLOGÍA

Título: La superación del hombre por medio de la cultura
Autor: Francisco Heppens Helguera
Técnica: mosaico vidriado
Año: 1952
Ubicación: Facultad de Odontología, Auditorio José J. Rojo, exterior, muro sur.

Este mural proyecta de manera dinámica y vigorosa al Prometeo portador del fuego desde las raíces del mundo prehispánico hacia el infinito, en conjunción con el legado novohispano como símbolo de progreso de la floreciente nación mexicana. La diagonal actúa como eje impulsor en la composición que rompe la gravedad del espacio y refuerza el carácter de los personajes.

FACULTAD DE MEDICINA

Título: La vida, la muerte, el mestizaje y los cuatro elementos
Autor: Francisco Heppens Helguera
Técnica: mosaico vidriado
Año: 1953-1954
Ubicación: Facultad de Medicina, fachada poniente.

Nuevamente la temática hace referencia al origen prehispánico, la vida y la muerte, y los cuatro elementos: agua, tierra, viento y fuego. Al centro de la composición se representa el mestizaje mediante una cabeza de tres rostros: la madre indígena, el padre español, y en medio, el mexicano actual. La serpiente enmarca la composición y eterniza el ciclo de la cosmovisión mesoamericana.

Las dimensiones y ubicación privilegiada de este mural permiten la expectación a grandes distancias y por un extenso público. Hay que destacar que el mural es desmontable y se ha fijado a la pared a través de alambre atornillado.

CONCLUSIONES

Desde las pinturas rupestres hasta nuestros días, la pintura mural ha sido el resultado de la creación y la incesante comunicación humana. El papel innovador y público del movimiento muralista proyectó el carácter mestizo del mexicano y representó la posibilidad de comunicar a toda la gente mensajes monumentales sobre nuestra identidad cultural y nuestra realidad social, evocando escenas del pasado histórico pero con una proyección hacia el futuro y la modernidad.

La eficacia de los mensajes transmitidos a través de una pintura mural se debe en gran medida a sus dimensiones y a su ubicación pública persuadiendo la consciencia de manera inmediata por la representación de personajes y símbolos representativos de nuestra idiosincrasia, tomando por sorpresa al espectador al pasear por una plaza o al doblar alguna esquina.

La apreciación de una pintura mural es el testimonio de lo cotidiano y de lo colectivo; de lo humano. Es una especie de propaganda histórica que promueve el aprendizaje de temas y acontecimientos de la cosmovisión e identificación nacional; su empleo como medio de enseñanza ha sido comprobado y aún está por abrir nuevos caminos de experimentación en la educación y como apoyo a la docencia, la investigación y la extensión de la cultura, como funciones sustantivas de la Universidad, siendo una expresión genuina del espíritu del mexicano en su búsqueda constante hacia la trascendencia de lo universal.

BIBLIOGRAFÍA

  • González, Lobo Carlos,
    Críticas, Revista de la Facultad de Arquitectura/UNAM,Volumen 1, Verano de 1985.
  • Guía de Murales de la Ciudad Universitaria,México, UNAM-IIE-DGPU,
    2004.
  • Krieger, Peter,
    Desamores a la Ciudad. Satélites y Enclaves
    , en Arnulfo Herrera Curiel (Edición), Amor y Desamor en las Artes, XXIII Coloquio Internacional de Historia del Arte, México, UNAM-IIE, 2001.
  • Manrique, Jorge Alberto,
    Una Visión del Arte y de la Historia,
    México, UNAM-IIE, Tomo V, 2001.
  • Universidad Nacional Autónoma de México, Imágenes de Hoy,
    Offset setenta, S.A., 1992.
Ligas

·         Patrimonio Cultural Universitario,
UNAM, Patrimonio Cultural Universitario,
última actualización: 2008 – 2009,
última visita: noviembre de 2011.
·         Acevedo Samaniego, Yolanda, Márquez González, Ma. del Carmen,
Revista Emprendedores
Recorrido por los Murales de la UNAM
, núm. 110,
última actualización: 2008 – 2009,
última visita: noviembre de 2011.
·         Chavarría, Rosa Ma.,
Designa la UNESCO a Ciudad Universitaria como Patrimonio Cultural de la Humanidad
,en Gaceta UNAM, órgano informativo de Universidad Nacional Autónoma de México, Núm 3 997, Ciudad Universitaria, 2 de Julio de 2007. p. 3.


[1] Chavaría, Rosa Ma., Designa la UNESCO a Ciudad Universitaria como Patrimonio Cultural de la Humanidad, en Gaceta UNAM, órgano informativo de Universidad Nacional Autónoma de México, Núm. 3 997, Ciudad Universitaria 2 de Julio de 2007. p. 3.